Ser un buen ingeniero no es sólo cuestión de conocimiento sino también de “saber
hacer”; no basta con ser docto, también hay que ser virtuoso. Hay valores tradi-
cionales, como la eficacia, que definen la “virtud ingenieril” y que se reflejan en el
resultado de la actividad. Son valores presentes en la educación tecnológica que
no deberían ser descuidados. Pero en el mundo actual, donde la tecnología ha ad-
quirido una extraordinaria relevancia pública y es objeto de un atento escrutinio
social, hay otros valores que también deberían estar presentes en la educación de
los ingenieros para hacer de éstos unos profesionales adaptados a su tiempo. Se
trata de educar para innovar y de educar para participar; son también las coorde-
nadas de esta breve reflexión sobre lo que debería ser la educación tecnológica del
próximo siglo.
Tecnología en sociedad
Para empezar, un punto que debería ser obvio: la educación tecnológica hoy debe
responder a la realidad de la tecnología en el mundo actual. Es muy importante, en
el plano educativo, evitar transmitir una imagen distorsionada o idealizada de la
naturaleza de la tecnología. En este sentido, siguiendo a autores como Wiebe Bijker
o Thomas Hughes, cada vez son más numerosas las voces que, desde la literatura
especializada, reclaman una comprensión no reduccionista de la naturaleza de la
tecnología. Ésta no puede seguir siendo entendida de un modo intelectualista o
artefactual [sic], es decir, únicamente como un cuerpo de conocimiento científico
aplicado o como una colección de artefactos y procesos técnicos. La tecnología no
es una colección de ideas o de máquinas sujetas a una evolución propia, que se ex-
prese en los términos objetivos del incremento de eficiencia. Toda tecnología es lo
que es en virtud de un contexto social definitorio, un contexto que incluye produc-
tores, usuarios, afectados, interesados, etcétera. Es en ese contexto donde se define
lo eficiente o ineficiente en virtud de unos objetivos que, en última instancia, respon-
den a valores no técnicos. Algunos ejemplos bien conocidos son aquí oportunos.
tores, usuarios, afectados, interesados, etcétera. Es en ese contexto donde se define
lo eficiente o ineficiente en virtud de unos objetivos que, en última instancia, respon-
den a valores no técnicos. Algunos ejemplos bien conocidos son aquí oportunos.
Una bomba manual de agua no sólo funciona bien o mal dependiendo de las
características técnicas del artefacto, sino también del uso que de la misma se haga
en un contexto social determinado. Como señala Arnold Pacey en ‘La cultura de
la tecnología’, la gran cantidad de bombas que fallaron en los años 70 en aldeas
de la India, casi un tercio de las 150 mil instaladas, no sólo se debió a defectos
estructurales de los artefactos, sino principalmente a la omisión de las condicio-
nes locales de uso por parte de los responsables técnicos del proyecto. Además de
un problema ingenieril, el desarrollo e instalación de un artefacto es un problema
cultural y administrativo. Esa desconsideración de los aspectos no técnicos de los
artefactos tecnológicos es lo que ha llevado al fracaso de numerosos proyectos de
transferencia de tecnologías. Por ejemplo, en el intento de control de la natalidad
en Bangladesh a través de la donación y distribución de dispositivos intrauterinos
(diu), donde sólo se consiguió controlar la natalidad a costa de acabar con la vida
de muchas mujeres que los usaron sin una cultura sanitaria apropiada.
En su libro ‘La ballena y el reactor’, Langdon Winner proporciona un ejemplo
aún más claro del modo en que hacer tecnología es también hacer política, es decir,
asumir valores y transformar a la sociedad de acuerdo con los mismos. Algo tan
sencillo como un puente no sólo está constituido de elementos materiales como la-
drillo, hormigón o acero; sino también de valores. Por ejemplo, los puentes que hoy
todavía pueden encontrarse en los bulevares longitudinales que recorrían Long
Island (Nueva York) antes de la Segunda Guerra Mundial, eran puentes con menos
de tres metros de altura, construidos no sólo para facilitar el cruce de vehículos
sino también para impedir el uso de esos bulevares por parte de autobuses, re-
servando de tal modo las playas de la zona para clases acomodadas de la zona o
poseedoras de automóviles.
Son sólo algunos ejemplos de la importante dimensión social de la tecnología
que no puede ser descuidada en la organización curricular de la enseñanza de la
misma. Sobre esta base, consideramos que la educación tecnológica ha de ser sen-
sible a dos rasgos interrelacionados que definen el nuevo papel de la tecnología en
la sociedad actual: la innovación y la participación.
Educar para innovar
La innovación constituye en principio la creación o adaptación de nuevos conoci-
mientos y su aplicación a un proceso productivo, con repercusión y aceptación en
el mercado. Esta definición clásica, por sí misma no nos dice dónde se van a crear
o demandar esos conocimientos a lo largo del proceso innovador. Durante mucho
tiempo se pensó que bastaba con una buena base científica para poner en marcha el
proceso innovador, que era suficiente formar y preparar investigadores científicos
para conseguir la inyección de conocimiento de interés en el ámbito económico.
Con el tiempo se ha ido demostrando que esto no es del todo cierto, pues existen
ejemplos que dan cuenta de innovaciones surgidas desde las empresas, en centros
tecnológicos, a partir de demandas de los consumidores, debidas a los propios
trabajadores, etcétera.
Una de las características más llamativas de las sociedades modernas e inno-
vadoras es el uso masivo, coordinado y, especialmente, aplicado de la creatividad.
Pero la creatividad que necesitamos hoy es bien distinta de la que caracterizó los
desarrollos tecnológicos del pasado. El tipo y uso de la creatividad durante la pri-
mera y segunda revolución industrial se diferencia enormemente del sentido que
se le atribuye actualmente. Durante la primera revolución industrial la creatividad
era de tipo individual y espontánea, aunque se transfería a través de canales socia-
les. En la segunda revolución industrial se produce un gran impulso, aglutinante
y fecundo, de este tipo de creatividad. Es a partir de la segunda guerra mundial
cuando surge una creatividad de tipo colectivo, basada en la colaboración, es decir,
lo que podríamos llamar una “creatividad organizada”.
La creatividad organizada permite integrar y canalizar los esfuerzos indivi-
duales y aumentar el impacto de los resultados que de ella se desprenden. Se-
guramente, este proceso se debe al aumento de la complejidad de los problemas
planteados, que están cada vez más interconectados y exigen respuestas también
más integradas. Asistimos, por consiguiente, al paso de un proceso inventivo a un
proceso innovador, es decir, al paso de la invención como expresión individual de
la creatividad hasta la innovación como proceso colectivo de creatividad. La edu-
cación moderna debe necesariamente contemplar esa evolución. Un elemento tan
importante [como] es la creatividad organizada, de la que en gran medida depende
la capacidad de innovación, debe ser tenida en cuenta en los programas educativos
para ingenieros.
Lamentablemente, aún hoy es habitual encontrar una educación tecnológica
individualista y que descuida el aspecto creativo de los individuos, mecanizan-
do incluso el proceso de aprendizaje a través de la asimilación memorística. La
creatividad y la versatilidad en la formación de especialistas es además necesaria
en la sociedad contemporánea pues ésta requiere cada vez más de “especialistas
temporales”, dado el vertiginoso ritmo del cambio tecnológico actual y los breves
periodos de tiempo en los que hoy caducan los contenidos del conocimiento.
Educar para innovar es así diseminar en la sociedad un estímulo a la creativi-
dad y la versatilidad, al respeto por las ideas y a la interacción entre todos esos
elementos desde los cuales puede originarse una idea innovadora. De hecho, en
el ámbito general de la formación, el concepto de interacción empieza a primar
sobre el de linealidad. La propia estructura productiva de las empresas se ha ido
adaptando a este cambio: de estructuras verticales, rígidamente organizadas y con
funciones bien delimitadas, se ha pasado a un concepto de producción flexible, con
una mayor participación de agentes sociales e intercambio de información. Es más,
la necesidad de participación de diversos agentes sociales y productivos es algo
que está implícito en el concepto mismo de innovación. La innovación tecnológica
es, en definitiva, un acto organizado de participación creativa.
Tomado de:
Educación tecnológica en el siglo xxi, José A. López Cerezo y Pablo Valenti
Educación tecnológica en el siglo xxi, José A. López Cerezo y Pablo Valenti
Educación Tecnológica en el siglo XXI, UNESCO
Guía de trabajo para Tecnología 1
Primer Bloque
Primer Bloque
PropósitosEl estudio de la tecnología en la educación secundaria deberá favorecer en los alumnosla búsqueda de los siguientes propósitos:
- Identificar y resolver problemas relacionados con la satisfacción de necesidades, en los cuales el proceso técnico ofrece diversas alternativas.
- Analizar y reflexionar en torno a los procesos técnicos y sus condiciones devida, de modo que puedan tener una intervención responsable e informada.• Diseñar, planear, construir, manipular y transformar objetos y materiales diversos con el fin de atender una necesidad o resolver un problema; todos estos aspectos son relevantes para la comprensión de los procesos y productoscreados por el ser humano.
- Desarrollar proyectos técnicos que permitan el pensamiento reexivo, así como la promoción de valores y actitudes relacionadas con la colaboración,la convivencia, la curiosidad, la iniciativa, la autonomía, el respeto, la equidad y la responsabilidad.
- Responder a situaciones imprevistas, afrontar y desarrollar mejoras a las con-diciones de vida actuales y futuras.
- Mantener una relación armónica entre la sociedad y el ambiente, a partir dela promoción de hábitos responsables de uso y creación de objetos, y mediante la valoración de los efectos sociales y naturales de la técnica.
- Comprender la relación entre el desarrollo técnico y los cambios en las formas de vida
- Identifican a la técnica como práctica social para la satisfacción de necesidades e intereses y como parte importante de su vida cotidiana.
- Reconocen los componentes de las técnicas: acciones estratégicas y acciones instrumentales para el logro de determinados fines.
- Relacionan las necesidades e intereses de los grupos sociales y la creación y uso de las técnicas en diferentes contextos sociales e históricos.
- Caracterizan a la tecnología como el área de conocimiento que estudialas técnicas.
- Utilizan la metodología de resolución de problemas en la satisfacción de una necesidad o un interés.
Segundo Bloque
Propósitos
- Reconocer la delegación de funciones como una forma de extender las capacidades corporales a través de la creación y uso de herramientas y máquinas.
- Utilizar las herramientas y las máquinas en diversos procesos técnicos.
- Considerar que las herramientas y las máquinas son productos de la construcción social, histórica y cultural.
- Conocen el papel de las herramientas y de las máquinas en los procesos técnicos.
- Emplean herramientas como extensión de las capacidades humanas e identican las funciones delegadas en los medios técnicos.
- Examinan cómo las herramientas y las máquinas cambian y se adaptan a nuevos entornos culturales a lo largo del tiempo.
- Utilizan las herramientas y las máquinas de forma creativa en la solución de problemas técnicos
Tercer Bloque
Propósitos
- Identicar el uso, el origen, la diversidad y las posibilidades de transformación de materiales.
- Emplear los materiales en diversos procesos, de acuerdo con sus funciones técnicas.Utilizar técnicas de transformación de la energía para su empleo en diversosprocesos técnicos.
- Prever e intervenir en los posibles efectos en el ambiente derivados del uso de los materiales y de la energía
- Comprenden la función de los materiales y de la energía en los procesos técnicos.
- Emplean de manera efciente los materiales y la energía en diversos procesos técnicos.
- Valoran y toman decisiones referentes al uso adecuado de materialesy energía en la operación de un sistema técnico para minimizar el impacto ambiental.
- Construyen diversos mecanismos para trasformar y aprovechar demanera efciente la energía en la resolución de problemas técnicos
Cuarto Bloque
Propósitos- Reconocer la importancia de los medios de representación como formas deregistro de la información técnica y como medio de comunicación.
- Utilizar diferentes lenguajes para la representación del conocimiento técnico.
- Elaborar y utilizar croquis, diagramas, manuales, planos, diseños, modelos,esquemas, símbolos y medios informáticos para comunicar sus ideas y creaciones técnicas.
- Entienden el papel de la representación técnica en los procesos técnicos para la comunicación.
- Analizan cómo las representaciones técnicas cambian a lo largo dela historia y entienden su importancia como registro de información y comunicación.
- Usan y aplican diferentes tipos de representaciones técnicas.
- Construyen y reproducen representaciones y lenguajes técnicos en laresolución de problemas técnicos.
Quinto Bloque
Propósitos
- Reconocer las fases, características y finalidades de un proyecto técnico orientado a la satisfacción de necesidades e intereses.Reproducir un objeto o proceso técnico cercano a su vida cotidiana.
- Considerar desde una perspectiva sistémica los insumos, los medios técnicos y el contexto social y natural para la ejecución del proyecto.
- Representar gráficamente el proyecto técnico y el proceso a seguir en su reproducción.
Elaborar y evaluar el proyecto técnico de acuerdo con el plan y las similitudes o diferencias respecto del modelo elegido, y comunicar los resultados.
Aprendizajes esperados.
- Conocen los propósitos y fases de un proyecto técnico para ejecutarlo comoalternativa de solución en la satisfacción de una necesidad o interés.
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