El logro de la implantación de una estrategia de b-Learning
en la organización escolar depende, en gran medida de la personalidad de los instructores
profesores y tutores. Las cualidades que
les deben distinguir son:
- Experto en la materia; el alumno espera indicaciones precisas para verse como poseedor de soluciones aplicables a su vida cotidiana.
- Planificador del proceso de aprendizaje.
- Habilidades de comunicación escritas; el alumno espera indicaciones precisas de él o ella.
- Capacidad pedagógica, es decir una solida formación en psicología educativa, teorías del conocimiento didáctica grupal, etc. Es decir una filosofía pedagógica.
- Maneja técnicas para poner al alumno en contacto con la información.
- Flexibilidad; es decir facilidad para adaptarse rápidamente a los cambios.
- Propicia la interacción con sus pupilos.
- Interés en las nuevas tecnologías y su aplicación en educación.
- Sabe evaluar el conocimiento, las actitudes o las destrezas esperadas del alumno.
- Disponibilidad a aportar ideas y recibirlas.